jueves, 10 de octubre de 2013

Las prisas no son buenas consejeras


Especialmente si uno se dedica a escribir las paredes furtivamente con mensajes subversivos.
Porque fueron precisamente las prisas, y los nervios, los que aturullaron al autor o autora de la pintada, haciendo que se comiera una sílaba de la palabra 'patriarcado'.

Menos mal que se dio cuenta a tiempo de la errata, o eso parece al dejarla inacabada para intentarlo de nuevo en la misma calle, un poco más arriba.



Y esta vez sí, escribe el texto completo y sin fallos, no diría que despacito y con buena letra, porque no es el caso, pero sí centrándose más en lo que hacía .

Lástima que las paredes no tengan también corrector ortográfico.

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